miércoles, 19 de agosto de 2015

Kindan No Koi - XXII - El inicio del final.

Entre en la habitación y me acosté en la cama, Jax me miro de arriba abajo mientras entraba y me acostaba. Me miraba de una mirada picarona que me dejo bastante turbado.

-Hace cuanto estas aquí?-Pregunte.
-Huh?
-Hace cuanto estas en este lugar?
-Perdí la cuenta después de los tres años.-Respondió
-Llevas más de tres años en este lugar?
-Podría decir que cuatro, pero creo que podría estar mintiendo.
-Porque estás aquí?-Pregunte
-No quieres saber. No preguntes.
-Si quiero saber. Si pregunto.
-No, No quieres saber.
-Y tú qué sabes de si quiero o no? Si quiero saber.
-Bien. Estoy aquí porque asesine a toda mi familia, la descuartice y me la comí.
-… Wow… ahora la razón real.
-Eres persistente eh?... Me gusta
-Porque?
-Porque eso significa que puedes llegar muy lejos para conseguir lo que quieres.
-Y?...
-De verdad quieres saber porque estoy aquí?
-Si
-Entonces tienes que hacer conmigo lo mismo que hiciste con el guardia.
-A que te refieres?-Susurre
-Crees que no se nota cuando has tenido sexo con una persona?-Respondió susurrando.
-Y que te hace pensar que tuve sexo con el guardia?
-Que me das si te digo?-Dijo cruzándose de brazos y sentándose en su cama.
-Que quieres?
-Ya te lo dije.
-Pero si te doy eso entonces no me dirás porque estás aquí.
-Rayos… Eres listo…
-Gracias.
-Ayúdame a pegar nuestras camas.
-Porque?
-Quiere saber porque estoy aquí o no?
-Porque das por hecho que ya haya aceptado?

Jax se acercó a mi muy despacio, se sentó sobre  mí, e inclinándose hacia mí, quedando cara a cara me dijo. “Porque el pantalón es semitransparente, y tienes una gran erección que no has intentado ocultar.” Mire hacia mi pantalón y efectivamente tenía una erección de campeonato, y una cantidad alarmante de pre-cum mojando el pantalón.
-Te ayudo a pegar las camas?-Pregunte….
Esa noche la pase de locos. Tuvimos sexo hasta la madrugada, y desperté con el dándome una mamada de ensueño, y luego volvimos a tener sexo. Al final decidimos vestirnos e ir a desayunar.
En el desayuno decidí preguntarle de nuevo porque estaba aquí. Y él me pidió que esperáramos a estar solos en la habitación. Todo el desayuno estuvimos tocándonos con los pies, y el un poco más atrevido me tocaba el pene y me metía la mano en el pantalón.
Al regresar a la habitación él se sentó en la cama y me ofreció sentarme a su lado, yo acepte y me senté a su lado.

-Entonces?-Pregunte.
-Bueno… hace mucho que no hablo de esto… fue hace muchos años. Cuando yo tenía ocho o nueve años, viaje con mis padres a una selva tropical de Colombia. Nadie nos avisó que allí había un grupo rebelde. Estábamos en medio de la carretera, en el auto, cuando un grupo de hombres con armas nos detuvo y nos pidió que los acompañáramos. Nos llevamos las llaves del auto y salimos con ellos. Caminamos durante dos días, y nos detuvimos en un campamento, allí nos encerraron en una cabaña de cemento, con otras tres personas. Pasamos dos días comiendo unas raciones de comida bastante escasas. Mis papas hacían todo lo que estaba en sus manos para pedirles que me dejaran salir solo a mí. Después unas semanas me sacaron de la cabaña y me empezaron a enseñar a cómo utilizar un revolver. Luego armas mas pesadas. Después de un mes sin ver a mis papas me llevaron a la cabaña y me pidieron que los asesinara…-Empezó a llorar.
§  Jax… Que paso?
§  No debí hacerlo…-Lloraba cada vez más fuerte.
§  Jax que hiciste?
§  Que más podía hacer?
§  Jax… Los asesinaste?
§  Oh no. Peor. Mucho peor que asesinar a mis dos padres… asesine a todo el escuadrón de soldados que había cerca de mí. Y después libere a mis padres. Estábamos a metros de la puerta. Y mis padres me dijeron que no querían que los acompañase. Me llamaron monstruo, asesino. Y entonces si los asesine. Tome las llaves y corrí durante dos días hasta la carretera. Tome el auto, que estaba escondido justo donde lo dejamos. Lo encendí y acelere a todo dar. Era un niño de ocho años. Apenas alcanzaba el pedal del auto. No pasaron quince minutos antes de que chocara contra otro auto. Menos mal no iba muy rápido.
Desperté dos días después en la clínica de un lugar llamado Pasto. Después el gobierno colombiano me entrego a mis tíos. Y cuando cumplí los diez años pedí que me internaran aquí.

-Porque?-Pregunte.
-Porque tenía miedo…
-De que el grupo rebelde regresara por ti?
-No… de que mis papas regresaran por mi… y luego llegaste tú y sentí esa felicidad que no había sentido desde hace tanto… por eso te pedí que te acostaras conmigo. –Dijo bajando la cabeza y torciéndose los dedos entre las manos.
-Entonces no querías que tuviéramos sexo?
-Me hubiera gustado más que hubiéramos hecho el amor… pero tú tienes a Johan.
-Johan no es mi novio ni nada.
-Entonces, tengo una oportunidad?-Su rostro se ilumino.
-Puede ser… pero no ahora. Ahora necesito que me ayudes con algo… tengo una cuenta que saldar.
-Lo que sea por hacerte feliz. Solo dímelo y lo hare.
-Necesito que me ayudes a salir de este lugar.
-Quieres irte?
-No. Necesito salir. Desde aquí no puedo saldar nada. Pero regresare. Te lo prometo.
-Lo hare!
-Gracias.-Dije, y lo abrase.

Me acosté en mi cama y me quede mirándolo, sabía que le arruinaría los sentimientos… Pero me daba igual…
Los siguientes tres meses Jax se pasó casi todo el tiempo uniendo partes y recopilando información de cosas que él había pasado por alto. Paso todo su tiempo creando el plan perfecto para que yo saliera de ese maldito lugar. Y obviamente en esos tres meses disfrute del buen sexo con Johan y con Jax. Aunque disfrutaba más hacerlo con Johan porque tenía más experiencia y sabía perfectamente cómo hacerme tener un orgasmo cósmico. Aun que Jax era más tierno y delicado, siempre evitaba hacer las cosas rápido por temor a hacerme daño. Un lindo chico.

Cuatro meses y Jax tenía el plan casi listo. y por fin había logrado obtener lo que quería de Johan. Su participación quedaba descartada totalmente. Y una noticia que me alegro el día. El doctor que me había violado al inicio de mi estadía había sido golpeado brutalmente por un lunático. Salió del Psiquiátrico como cualquier otro día, camino a su casa y en la entrada de su casa lo golpearon dos matones. No robaron nada, así que supuse que solo lo querían golpear. Me reí todo el día con esa noticia.

Siete meses…
Faltaban tres días para mi cumpleaños.  La última vez que Oscar vino, mi mente, la olvido. Pero el regalo que me hizo en mi cumpleaños aun me hace llorar. Me regalo  la camisa que le rompí un par de años atrás. El día en que me di cuenta de que me amaba. El día en que inicio toda esta locura. La tenía siempre bajo mi almohada, y dormía con ella entre los brazos siempre.
El día de mi cumpleaños espere todo el día a que Oscar llegara… ok miento. Me entretuve teniendo sexo con Jax, ese día estaba muy caliente tanto el, como yo. Pasamanos toda la tarde y parte de la noche haciendo “Cosas”… Al final Oscar no vino.
El día llego y me estaba preparando para salir. Antes de irme tenía que pasar a las duchas y bañarme, tenía que hablar con Johan.
Entre en las duchas y sin esperar a  que Johan se diera la vuelta me empecé a desnudar. Johan no se dio la vuelta. Me estaba poniendo shampoo cuando vi que el aún no se daba la vuelta, si no que me miraba de arriba abajo.

-Algo que te guste?- pregunte.
-Sí. Tu…
-Quieres un trozo?-Dije, poniendo mis manos alrededor de mi pene. A lo que Johan se empezó a desnudar.

Una vez desnudos y en la ducha me pidió que como era mi cumpleaños hiciéramos algo diferente y especial. Le pregunte que quería hacer y me pidió que le dejara por una vez follarme a mí, y tenía razón. En todo el tiempo que llevaba en ese lugar siempre había sido yo el que me lo follara. Él siempre se masturbaba o yo lo Masturbaba. O le hacía una mamada.
Accedí. Solo porque quería saber si tenía tanta experiencia como activo. Empezó masajeando mi ano con los dedos y después de un rato empezó a metérmelos uno a uno. Mientras yo lo masturbaba, el me masturbaba a mí y me metía y sacaba los dedos una y otra vez. Después de un rato los saco y puso su pene en la entrada de mi ano. Y empujo levemente, -Avísame si te duele.-Me susurro al oído. Empezó a meterlo más y más a fondo. Hacia bastante que nadie me metía nada en esa zona. Empecé a gemir, le tome la cabeza y lo bese, el aceleraba y desaceleraba metódicamente la velocidad de las embestidas. Me pregunto si podía terminar dentro y yo le bese y le dije “cuantas veces quieras.” Y segundos después me susurro “Me vengo” y sentí como su semen era descargado en mi interior, pero no se detuvo, continuo embistiéndome una y otra vez. “como carajos puede continuar?” pensé. Me saco su pene dejando un vacío, me dio la vuelta y me alzo en sus brazos, me pidió que levantara las piernas y así lo hice, el volvió a meter su pene y me embistió en el aire, dejo que me recostara en la pared y tomo mis piernas y las levanto aún más. Me beso y se empezó a correr de nuevo. Saco su pene flácido esta vez, y me dejo en el suelo. Extasiado. Me empezó a tocar el pene con la boca y me empezó a dar una mamada, subía y bajaba, hasta que me corrí en su boca y luego se levantó y la trago toda. Termino por limpiar mi pene con su lengua y lavarme con jabón todo el cuerpo. Y se entretuvo de nuevo lavando mi culito, y mi pene. Antes de que él se terminara de vestir tome las llaves de su ropa con la excusa de que quería manosearlo. Él se lo tomo un poco personal y me pidió que no lo manoseara si no le iba a hacer gozar. Le hice una mamada como ninguna. Y al fin y al cabo no se dio cuenta de que le quite las llaves.

De regreso a la habitación, me acuesto y espero a que Johan salga. Tomo la camisa que me regalo Oscar y me preparo para salir.

-Estás listo?-Pregunto Jax.
-Sí. Que tengo que hacer?
-Primero tienes que salir por el corredor. Dile a uno de los guardias que iras al baño. En la segunda caseta a la izquierda, hay una rejilla de ventilación que se puede quitar con un poco de fuerza. Entra por esa. Gatearas hasta que te topes con una T y giraras a la izquierda, hasta que veas una rejilla que ve al comedor, en ese punto giras a la derecha y continuas todo recto hasta encontrar la rejilla que da la oficina principal. De ese lugar solo tienes que bajar sin hacer ruido y estarás fuera. Eso si no encienden el aire acondicionado.

-Y si lo encienden?
-Seguramente morirás de hipotermia antes de que puedas regresar, salir, o de que te encuentren.
-Y me lo dices ahora?
-Tranquilo. Dañe la llave del aire acondicionado.-Decía entre risas.- Tienes la vía libre.


Salí y con la camisa de Oscar escondida bajo mi bazo derecho y fui hasta el baño con un guardia. Entre en la caseta indicada y trepe por la ventilación, me moví lo más rápido que pude sin hacer ruido, antes de que el guardia me descubriera. Gateé hasta la T y gire a la izquierda. Seguí gateando hasta ver la rejilla que daba al comedor y gire a la derecha. Para ese entonces empecé a escuchar a los guardias movilizarse en busca de alguien que se había escapado. Me moví rápido hasta la rejilla de la oficina principal, de un golpe la abrí y salte desde arriba. Todo estaba apagado. Así que volví a poner la reja y me escondí tras unas cajas que había en una esquina… un guardia abrió la puerta, reviso detrás del escritorio y siguió con su búsqueda lejos de la oficina. Me levante y tome las llaves de Johan las utilice para abrir la puerta que daba a la calle de la oficina. Una vez abierta nadie me podía atrapar…

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