Sonó la
campana, yo estaba ansioso por salir, tome mis cosas y salí, camine hasta la
salida y me dirigí a casa, en eso escuche una voz familiar.
-Hey!
Me vas a dejar atrás?
Era
Oscar, mi mejor amigo.
-Lo
lamento, tengo la consola en casa y quiero llegar rápido.
-Puedo
ir a tu casa?
-Claro,
vamos.
Nos
encaminamos a mi casa y al llegar notamos que el auto de mi padre estaba
estacionado.
Mi
padre es una persona estricta y de muy mal carácter, por lo que prefería
mantenerme fuera de casa hasta que el saliera. Solía trabajar de 1pm a
3am, era doctor en un hospital muy prestigioso de la zona. Le dije a Oscar que
esperáramos a que él se fuera, porque pasaría la tarde fastidiando y no nos dejaría
jugar en paz y así fue. Nos quedamos entre los arbustos y hablamos unos treinta
o cuarenta minutos antes de que saliera, cuando por fin salió, subió al auto,
lo encendió y salió a su trabajo. Oscar y yo entramos en casa y dejamos las
mochilas sobre un sofá.
-Iré a
cambiarme ya regreso. – Dije.
-Vale.
– Respondió mirando las portadas de los videojuegos que tenía sobre la mesa.
Pasaron
un par de minutos y salí de la habitación con una pantaloneta corta y una
camisa de tirantes blanca y no me había puesto ropa interior puesto que tenía
un plan “macabro” para atraerlo porque aunque yo soy gay el no y me había
prometido a mí mismo hacer hasta lo imposible para obtenerlo.
Me
senté junto a él y di por iniciado mi plan. Empezamos a jugar y mientras más
jugábamos me acomodaba de diferentes maneras para lo que estaba por venir.
-A qué
hora tienes que regresar?
-Ah… no
sé, no le he avisado a mi mama... Me prestas tu teléfono?
-Claro,
míralo -dije señalando el teléfono
Mientras
él llamaba yo me acomode el pene para que saliera por uno de los agujeros de la
entre pierna obviamente con toda la intención que él lo viera. Ante todo sabía
que no iba a ser fácil pero estaba dispuesto a seguir.
El
regreso y seguimos jugando y yo me movía con la intención de que el intentara
voltear a mirar y pudiera ver algo y así fue, el volteo la mirada y se quedó
observándome por unos segundos, lo suficiente para que yo viera por el rabillo
del ojo que estaba viendo directamente a mi entre pierna.
-Ves
algo que te guste?-dije mientras volteaba a mirarle.
-Nop...
Veía que la tenías más pequeña que yo
-Pero qué?...
Claro que no.
-Ha lo sabía
lo hiciste con intención! – Respondió, deteniendo el juego
-Claro
que no... Es... La pubertad.... Si eso la pubertad -dije sarcásticamente
intentando dar a ver mi doble intención pero él era demasiado inocente para
eso, si quería tenerlo tendría que ser un poco más... Explícito
-Vale
como digas en cualquier caso la mía es más grande
-Eso
quisieras
-Es la
realidad, acéptalo
En
medio de la conversación escuchamos que un auto se estacionaba en la casa, mire
por la ventana y era el auto de mi papa.
-Escóndete
-le dije apresurado
-Por?
-Mi
papa no me deja traer gente a la casa!-dije apurado-.Escóndete en mi habitación,
rápido!
El
corrió a la habitación, yo apague la consola y corrí detrás de él y cerré la
puerta con seguro.
-Mierda,
se suponía que llegaba hasta la madrugada que hace aquí?
-Tranquilo
no puede ser tan grave
-Confía
en mí, es bastante grave.- Dije.- No podrás salir por la puerta…
-Porque
lo dices?
-Porque
cierra con seguro y pone la alarma cuando llega
-Y las
ventanas?
-Las más
grandes tienen seguro, solo las pequeñas se pueden abrir.
-QUE!?
Tu papa está loco? Porque hace eso?
-Para
evitar que mis hermanos y yo escapemos... Hahaha.-Empezamos a reír ambos.
-Bueno
no te preocupes por no salir mi mama trabaja hasta tarde hoy y me dejo quedarme
aquí hasta mañana.
Esas
palabras me tranquilizaron, y pudimos quedarnos en mi habitación hablando de
todo un poco.
-Oye te
puedo hacer una pregunta?-pregunte
-Claro,
dime
-hace
rato cuando jugábamos... Es enserio?
-Qué?
-La tienes
más grande?
-Jaja no
te preocupes por eso, ya la veras en….-dijo Oscar dándose cuenta del
error que había cometido al decir eso.
-A que
te refieres con eso?
-Eso
que?
-A que
ya la veré….
-A nada
olvídalo
-Dime!
-Vale...
Pero si tú me dices algo
-Que
quieres que te diga?
-Lo que
paso en la sala de estar? Lo hiciste a propósito?
De
verdad quería saber, porque si era verdad podría llegar a hacerlo y claro que
quiero ver el ego de mi mejor amigo. Además jamás le había mentido a
Oscar y no quería empezar ahora.
-Si te
digo me dirás a qué te referías con eso?- Pregunte algo dudoso.
-Si.-
Respondió asintiendo con la cabeza.
-Vale...Si
lo hice a propósito
Se quedó
mirando fijamente no sé si era deseo, decepción o que era esa mirada, se acercó
hacia mí y estando su boca a milímetros de la mía.... Tocaron la puerta, Oscar
se alejó con una sonrisa y se escondió en el armario y yo abrí la puerta, era
mi papa.
-Es
hora de comer.- Dijo mi padre.
-Ya voy.
Mientras
cenábamos mi papa me miraba fijamente como sabiendo que estaba pasando.
-Tu
madre no volverá hasta dentro de una semana, si quieres podemos ir a ver una
película al cine o algo así.
-No
gracias-dije terminando la cena y levantándome del asiento-.Tengo que estudiar
para unos exámenes, por favor no interrumpas.- Dije con el tono más
Cortez que pude fingir.
-Como
quieras.
Antes
de irme a la habitación tome un refresco del refrigerador y un paquete de no sé
qué al fin y al cabo seria Oscar el que lo comería.
Mientras
tanto en la habitación:
Mientras
yo y mi padre comíamos en el comedor Oscar estaba en el armario jugando a darse
placer, una erección intentaba salir de sus pantalones, no resistía más, si no
la sacaba rompería el pantalón, así que se sacó un ego de 18 cm que para tener
casi 16 era considerablemente grande, empezó a sobarse la verga rápidamente, sabía
que no disponía de mucho tiempo y tenía que correrse rápido o esa erección se
volvería más notable después. Se subió un poco la camisa lo suficiente para
poder pellizcar y jugar con sus pezones, el ritmo de la paja aumentaba y el
placer que Oscar sentía era cada vez más grande, sentía como gotas de precum se
desprendían de su verga y pasaban a su mano, estaba a punto de explotar y en el
clímax del juego, desprendió todo el semen que contenían sus huevos sobre un
abrigo de cuero, se agacho y sin pensarlo demasiado empezó a lamer su
propio semen, le gustaba... Quería más, lamió y lamió hasta que el abrigo
estaba limpio, se levantó, se guardó su verga flácida por la corrida tan
majestuosa que había tenido, cerro su pantalón y justo cuando termino de
abrochar el ultimo botón de su pantalón abrieron la puerta del armario, era yo
con un paquete de frituras y un refresco.
-Creí
que ya te habías olvidado de mi-dijo saliendo del armario
-Nunca.
-Vamos
a ver que me trajo mi amiguito...-Dijo haciendo énfasis en amiguito, aun no
estoy seguro de porqué.
-Cállate
y come cuando mi papa se valla a dormir te traigo otra cosa
-Vale
Mientras
Oscar comía y yo hablaba veía una y otra vez en mi cabeza como esos hermosos
labios se acercaban a los míos y me provocaba lanzarme hacia él y besarle hasta
el último rincón de su cuerpo, ese cuerpo que solo había podido ver desnudo en
mis fantasías más retorcidas y eróticas. Mientras él hablaba yo solo podía
imaginarlo desnudo frente a mi pidiendo que lo haga mío, de pronto me corto
pasando la mano frente a mi cara.
-Has
escuchado algo de lo que dije?
-Qué?...
Eh si... Si claro
-Que
dije?
-Ah…
ok.. No… No escuche nada
-Desde cuándo?
-Desde
que empezamos a hablar?
-ha
pasado un rato… Sabes?
-Lo
lamento estaba imaginándote....-dije intentando callarme la boca que hablaba de
mas
-Imaginándome?
cómo?
-Dije imaginándote?
Quise decir imaginándome
-Dime
como me estabas imaginando-dijo mientras se lanzaba sobre mí y en ese
instante se desato una pelea amistosa entre él y yo jugando a quien podía
tumbar al otro, entre empujones y tirones logre agarrar a Oscar de la camisa y
romperla del todo, y, sin detenernos, seguimos jugando hasta que se me acabo la
fuerza y me deje tumbar, Oscar se sentó sobre mi abdomen tomando mis brazos dejándome
inmóvil del todo.
-Así es
como te estaba imaginando- dije sonrojado
-Sin
camisa y sobre ti?
-Más o
menos
Un
silencio un tanto incomodo retumbo en la habitación, pero me dio tiempo para
ver ese abdomen escultural con un hermoso camino de vello que iba desde el
ombligo hasta debajo de su pantalón, un pecho muy definido aunque no muy
musculoso Y unos pezones hermosos, rosados, casi me gritaban que les mordiera.
-Creo
que es hora de dormir -dijo levantando su hermoso cuerpo de mí.
-Claro
a dormir.
-Me
puedes prestar algo para dormir? Y me debes una camisa- dijo sonriendo, pasando
su mirada sobre su hombro
-Claro
Del
armario saque una camisa y unos bóxeres sueltos ya que no tenía más para darle,
mientras sacaba eso note que en uno de mis abrigos de cuero había una macha de
algo blanco, yo sabía que era porque no soy tonto y sabía perfectamente lo que había
pasado. Mientras él se cambiaba yo preparaba la cama para acostarme, una vez
que la organicé me acosté y en seguida sentí como una cálida sensación pasaba
por mi pierna.
-No te
molesta que me acueste contigo?
-Para
nada-dije moviéndome a un lado para darle espacio, mientras se movía note que parecía
que se hubiera quitado la ropa interior, mire hacia donde había dejado su ropa
y efectivamente, había dejado un calzoncillo de esos que tienen cintas para
marcar el trasero y un pedazo de tela para tapar el pene, lo mire con
curiosidad y el tapándose con las cobijas me miro sonrojado, me acosté, y, como
junto a mi cama estaba el interruptor para la luz la apague. En la oscuridad de
la habitación solo con la luz de la luna traspasando la ventana, sentí como las
piernas lampiñas de Oscar rosaban las mías, casi parecía que lo hacía a propósito,
o tal vez lo hacía a propósito. El roce de sus piernas con las mías me excitaba
cada vez más, al punto en el que me acosté de lado solo para que su pierna
rozara con mi verga que estaba empezando a ponerse dura. Sin más aguantar me
quite el bóxer y empecé a masturbarme bajo las cobijas mi mano derecha
jugaba con mi pene y la izquierda empezaba a quitarme la camisa. Estaba ahí, masturbándome,
totalmente desnudo junto a ese hombre que estaba en mis fantasías eróticas mas
retorcidas y sexuales y sin embargo el hombre con el que quería estar. De pronto
siento una fría mano en mi entrepierna tocando mis huevos, voltee a mirar a
Oscar y seguía dormido o sabia fingir que lo estaba, y por respeto o tal vez
porque me gustaba, puse su mano sobre mi pecho sobre uno de mis pezones para
que no tocara mi ego inconscientemente y seguí masturbándome subía y bajaba
jugaba al circunciso halaba la piel de mi verga para que no diera una lubricación
extra y que solo mi mano rozara con el glande, lamí mi mano para que lubricara.
Estaba a punto y simplemente explote sobre mi abdomen, me puse el bóxer de
nuevo pero no la camisa, quería que mi semen se quedara allí hasta que me
durmiera, puse mi mano sobre Oscar que ya se había dado la vuelta y pegue mi
abdomen a su espalda, untando de mí su cuerpo hasta que quede dormido.
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