lunes, 17 de agosto de 2015

Kindan No Koi - III - Un salvador inesperado.


Entramos a mi habitación y justo cuando entramos un mensaje entro en mi móvil "llegare tarde no te desveles" cerré el móvil y me abalance hacia Oscar, lo besaba, lo acariciaba, jugaba con su cabello negro, pero notaba que él no me correspondía tal y como yo quería que lo hiciera.

-Que sucede?-pregunte separándome de sus labios

-Eh? Ah… No... Nada lo lamento

-Dime...

-No quiero que te enojes...-dijo agachando la cabeza

-Te prometo que no lo haré... Dime

-Estaba escondido bajo tu cama cuando tu padre llego...

-Y que hay con eso?

-Qué pues... Le dijiste que te quedarías con el...

-Si se lo dije, pero, porque estas tan distraído?

-Y... Si él se va? Se va lejos... Y tú te vas con él?

Mierda. Tenía razón... Era cierto, le había prometido a mi papa que me quedaría con el pero si él se va de la ciudad? Tenía que averiguar qué pasaría y tenía que hacerlo pronto, de lo contrario iba a tener que alejarme de Oscar y no lo iba a permitir.

-Ok, vamos entonces.-dije levantándome y agarrando las llaves de la casa

-A dónde vamos?

-Al hospital…

-Y si es seguro que se irán?

-No lo sé...-dije tomándolo de la mano. -Pero, no dejare que nos separen.

-Oye... Hay otra cosa.... Hace un par de días que estamos haciendo esto... Y me preguntaba... Que somos?

-No es obvio?- dije besándolo muy suavemente, beso que esta vez el correspondió con un mordisco muy suave en mis labios. Nos abrigamos, salimos de la casa y ya que el hospital quedaba a unas pocas calles, o bueno eso parecía cuando salíamos en auto, fuimos caminando. Al llegar a la entrada del hospital estaba temblando, no sabía cómo reaccionaría mi papa ante tal pregunta y no sabía qué hacer en caso de que su respuesta fuera afirmativa, mientras más me acercaba a esa puerta automática más pensamientos pasaban por mi cabeza, atravesamos el lobby donde una señora con una torre de hojas y documentos con un rostro un tanto preocupado estaba trabajando, no quería fastidiar y menos que ella se descontentara así que pasamos de largo sin preguntarle por mi papa, fuimos hasta la sala de descanso para doctores, la oficina principal, la sala de rayos x y de más salas, obviamente sin detener a quienes trabajaban en el hospital ni haciendo una búsqueda minuciosa en cada habitación, no lo encontramos a él ni a la madre de Oscar para preguntar por mi padre, así que nos sentamos en la sala de espera a esperar que apareciera. Casi eran las 12 de la noche, Oscar se había quedado dormido sobre mi hombro izquierdo y yo no aguantaría mucho más, así que decidí despertarlo con ternura, al parecer demasiada porque, los residentes y doctores voltearon a mirarme, menos mal mi padre no estaba ahí o me hubiera descubierto.

-Qué?... Que paso? - dijo con los ojos entre cerrados 

-Tenemos que irnos ya es tarde.

-Vale. Y tu papa?

-No importa. Ya le preguntare en casa.

Estábamos por salir y vi esas casi 14 calles hacia mi casa,  apagadas, abandonadas, tenebrosas y sobre todo peligrosas, me estaba pensando la idea de irme caminando, mire mis bolsillos, no había ni un vestigio de dinero, no quería molestar a Oscar con eso así que ni lo mencione, grave error, seguimos avanzando y un miedo se apodero de mí, no sabía si era paranoia o alguien nos estaba viendo, no abrase a Oscar por miedo de que fuera mi padre quien estuviera viéndonos. Aunque era muy poco probable.

-Alguien nos sigue- dijo Oscar con la mirada al frente

-No me asustes por favor

-Mantente detrás de mí

Seguido de estas palabras tres hombres nos abordaron por la espalda, uno de ellos se paró frente a nosotros y los otros dos detrás.

-Veamos que tenemos aquí, dos putitas, nos harán un servicio de muestra?- dijo tocando me el abdomen

-Hazlo conmigo, déjalo ir a el-dijo poniendo la mano del hombre en su abdomen.

-Así que eres una putita valiente... Espero que sepas que ahora nos tienes que complacer a los tres... Al mismo tiempo-dijo susurrando en su oído. -Lárgate puta! -Me grito empujándome mientras se alejaban los cuatro entre las sombras, tenía miedo no quería que nada malo le pasara pero tenía miedo de que mi virginidad se fuera con unos idiotas, tenía que tomar una decisión rápido, mi instinto decía CORRE! Pero mi corazón me decía No lo dejes solo!... Opte por seguirlos lentamente tal como ellos hicieron, doblaron por un callejón muy oscuro donde una lámpara intermitente alumbraba, lo empujaron contra la pared de cemento y ladrillo, riéndose, empezaron a quitarle el pantalón, el muy valiente no hacia ninguna cara, ninguna oposición todo para que no me siguieran a mí y yo terminara igual, le dieron la vuelta y sacaron tres condones de sus bolsillos, el primero se lo puso mientras se masturbaba otro de ellos se posó al lado de él lo obligo a hacerse de rodillas y se sacó su asquerosa y sucia verga de los pantalones con mucha facilidad, tanta que delataba la falta de ropa interior, empezó a introducirla en la boca de Oscar, yo no quería ver, cerré los ojos y me di media vuelta, cuando sentí a alguien más a mi lado, un miedo corrió por mi espalda pensé que mi virginidad se iría en ese instante. Un chico blanco como la nieve, más o menos de 1.65 pelo castaño claro unos ojos negros y profundos muy abiertos y atentos, llevaba una camisa de mi banda favorita y un abrigo de tela negro, unos vaqueros muy ajustados y unas zapatillas Vans, la verdad no tengo ni idea de cómo vi todo eso en los escasos 5 segundos que lo vi.

-Shh... No hagas ruido- me dijo tapando me la boca-no te voy a hacer daño, no grites.- Yo asentí con la cabeza y su mano se separó de mi boca.

-Si no quieres nada de mí que haces aquí?-le dije susurrando, en ese momento escuche como un bote de basura se caía al suelo, voltee a mirar y estaban dándole la vuelta a Oscar para ensartar su pene en su pequeño y contraído ano.

Hice un amague de levantarme, pero me acobarde, lo mire y un susurro salió de mi boca casi por instinto: “No”.

Apenas dije esto el salto con valentía por un contenedor de basura, saco un taser del bolsillo y golpeo con eso al que estaba recibiendo una mamada bestial de Oscar, empujo al que intentaba penetrar a Oscar y con el aturdidor encendido lo puso en su pene el suficiente tiempo para que esa erección bajara por un par de meses, por detrás de nuestro salvador estaba el tercero con un cuchillo en la mano, no iba a dejar que lastimaran a ninguno de los dos, así que, me arme de valor que ni tenia, y me atreví a golpearlo por la espalda a lo que respondió atravesando su cuchillo en mi pierna derecha, y nuestro salvador desconocido volvió a salvarme rodeando su cuello con sus brazos tapando el oxígeno hasta dejarlo inconsciente. Oscar aturdido por lo que estaba pasando, yo en el suelo con un cuchillo de dudosa procedencia en mi pierna y nuestro salvador intentando saber cual estaba peor, me intente levantar con todo el dolor que mi pierna me daba pero no podía hacerlo solo, Oscar se levantó, se subió el pantalón y se limpió la boca, y escupió lo que fuera que tenía en la boca, y me tendió su mano para ayudarme a levantar, entre él y Oscar me llevaron 4 calles con mis brazos en sus hombros hasta el hospital, al llegar recibimos a mi papa con una radiante sonrisa la cual se borró al verme herido, corrió a donde estaba yo y me alzo en sus brazos cual bebe recién nacido, me coloco en una camilla y me llevo a una habitación donde examino mi herida no sé qué paso después puesto que me dormí pero al despertar estaba en bóxers y mi pantalón a mi lado, completamente destrozado, la herida suturada y Oscar y nuestro salvador, dormidos, Oscar en una esquina y nuestro salvador recostando su espalda en el hombre do Oscar, en un sofá a mi lado, mi papa entro en la habitación y me vio despierto.

-Cómo estás?-pregunto muy tranquilo

-Bien, Gracias.

-Puedes contarme como ocurrió esto?- dijo señalando mi herida suturada.

-Ah… Intentaron… violar a Oscar y el chico del lado nos ayudó a escapar de esa.

-Y el cuchillo en tu pierna, fue porque...?

-Porque alguien lo puso ahí HA!-me reí y mi papa conmigo lo suficientemente fuerte para despertar a Oscar y a nuestro salvador desconocido.

-Buenos días, doctor-Dijo nuestro salvador

-Buenos Días Bryan

-Ah, nuestro salvador se llama Bryan?-Dije mientras intentaba mirarlo

-Si, mucho gusto-dijo Bryan

-Bueno, tengo que trabajar y tú tienes que descansar, Bryan, Oscar quédense cuanto quieran, y tu jovencito me explicaras con detalle que fue lo que paso. 

-Gracias. -Respondieron simultáneamente, mi padre salió y nos quedamos hablando un rato mientras Bryan nos contaba que era nuevo en la ciudad y que estaría yendo a nuestra misma escuela, coincidía con casi todo, vivía cerca nuestro, estudiaría en nuestra misma escuela, incluso le gustaba las mismas cosas como la música, la tv y de más cosas, estaba seguro que con nuestro salvador Bryan, Oscar y yo seriamos grandes amigos.
Esa mañana paso muy rápidamente, mi papa me trajo el almuerzo a la habitación del hospital y pidió un taxi para Oscar, Bryan y yo. El taxi llego y me sacaron en silla de ruedas y llegamos a mi casa, Oscar me cargo hasta la casa, y yo estaba seguro que Bryan estaba empezando a sospechar de nuestra relación, no quería que él se enterara porque tal vez le molestaría que fuéramos pareja. Entramos en la casa y le pregunte a Bryan si se quería quedar a jugar en la consola y el acepto con gusto, y así estuvimos un par de horas hasta que mi papa llego rendido a la casa, saludo y dejo su maletín en el sofá y siguió derecho a su habitación.

-Eh... Ya regreso-Dije levantando me con dificultad

-Espera te ayudo-Respondió Oscar mientras Bryan lo observaba con sospecha

-No tranquilo-le respondí, haciendo un ademan con la mano para que volviera a sentase.

Él se sentó fijando su mirada en mi por si me caía pudiera ser el primero en correr hacia mí.
Seguí hasta la habitación de mi papa que estaba entre cerrado, al entrar me quede observando a mi papa, estaba acostado aun con su bata de doctor, sin zapatos ni medias, estaba posiblemente en el quinto sueño, pero lamentablemente tendría que despertarlo, lo sacudí con delicadeza -Paaapiii-le susurraba al oído, mi papa abrió lentamente los ojos y me miro, saludo con una sonrisa 

-Que sucede?

-Oye... Sabes porque Intentaron violar a Oscar?-pregunte y el respondió recostando sus codos contra la cama- él y yo estábamos en el hospital buscándote porque quería preguntarte algo y como no te encontramos nos regresamos a la casa, pero unas calles más abajo nos tomaron tres hombres y se llevaron a Oscar para… en eso apareció Bryan y  lo salvo.

-Pero porque fueron al hospital solos? Porque no me llamaste y me preguntaste?

-Porque lo que te tengo que preguntar no lo podía hacer por teléfono...

-Y que me querías preguntar?

-Ya que te vas a separar de mama... Donde vamos a vivir? porque creo que la casa la deben vender para separar los bienes cierto? 

-Si... Bueno tenía pensado pasar por un tiempo en la casa de tu tío...

Mi tío... Un hombre muy alegre y jodidamente divertido, vivía a dos horas de la ciudad  no era muy lejos pero lo suficiente para alejarme de mi amado y mi nuevo amigo

-...Si te parece bien si nos quedamos con él?

-No... Tengo... Tengo que confesarte algo... Pa’ amo a una persona... Y no la quiero dejar aquí sola...

-Pues dime como se llama la chica y la llevaremos con nosotros, seguro a tu tío no le importa que llevemos a uno más.

-No papa... Es un chico... Es Oscar

-Ah......ah.... No.... Creo.... Pues...-tardo un minuto asimilando mi homosexualidad y luego la bomba que estaba esperando que me asesinase… -Pues si lo amas no los alejare, puede ir con nosotros.

Mi corazón se detuvo no sabía que decir o hacer... Le daba las gracias? No muy poco para lo que sentía... Un abrazo? Posiblemente mi pierna lo evitaría solo supe ponerme a llorar con la cabeza mirando al suelo.

-No, No... Bebe no llores... Tranquilo-dijo abrazándome-te amo y no me importa si te gustan los hombres o las mujeres, eres mi hijo.


-Gracias papi-le abrase y me ayudo a regresar a la sala de estar donde estaban jugando Oscar y Bryan en la consola.

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